Respecto al armónico, rítmico, clásico swing, el moderno utiliza todas las partes del cuerpo para obtener un swing más potente pero menos lesivo.
Tal como hemos mencionado anteriormente, la molestia más frecuente entre los jugadores de golf es el dolor en la columna lumbar. Aparece secundariamente en la rotación de columna lumbar en lo alto del backswing, con la consiguiente desrotación e hiperextensión de la misma en el downswing y follow-through.
Según Hosea y Gatt las fuerzas aplicadas en la columna dorsolumbar durante el swing actúan en 4 direcciones distintas: flexión lateral, tracción anteroposterior, rotación y compresión.
Excepto la compresión, las otras tres fuerzas llegan a alcanzar los altos niveles entre los jugadores amateurs. Por un lado, el jugador amateur quiere pegar a la bola tan fuerte como un profesional pero sin el refinamiento técnico de éste. Estas fuerzas pueden lesionar varios tejidos como músculos paravertebrales, discos intervertebrales, ligamentos fascetarias y arco posterior (espondilólisis).
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