EPIDEMIOLOGIA - La frecuencia y los factores determinantes.
Como hemos contado con anterioridad, en un análisis a primera vista parece que éste es un deporte donde las lesiones son poco frecuentes, dado que se realiza dando un paseo por un jardín bien cuidado en contacto con la naturaleza y en compañía de unos amigos, como dijo Mark Twain al definir el golf: “el golf es un hermoso paseo arruinado por una minúscula pelotita blanca”.
Pero nada más lejos de la realidad, algunos estudios llevados a cabo sobre una población importante de jugadores amateurs, como el realizado por McCarroll et al en 1990 sobre una población de 1144 jugadores de golf amateur de Indianápolis, mostraba una prevalencia de lesión del 62%, afectándose por igual tanto los hombres como las mujeres. Además, los jugadores que tenían un hándicap más bajo (1 al 9) y con edades mayores a los 50 años mostraban una prevalencia superior.
La causa de estas lesiones en este grupo de población amateur cabría buscarlo en el excesivo número de horas de práctica para intentar perfeccionar su técnica y en la deficiente ejecución del swing.
En el jugador profesional la mayor incidencia recaería sobre la muñeca, seguido de las lesiones de la espalda, mano, hombro, rodilla y dedo pulgar izquierdo (McCarroll y Gioe 1982), siendo las lesiones por sobrecarga la primera causa de lesión (68%), seguido de las lesiones agudas por contacto con otros objetos.
En la tabla que se encuentra a continuación, se realiza un resumen comparativo entre las diferentes causas principales de lesión, tanto en el jugador profesional como en el aficionado, y su incidencia en % del global de lesiones observadas. De ello se desprende que la primera causa de lesión en el deportista amateur es el error en la ejecución del swing, mientras que en el jugador profesional la primera causa es la lesión de sobrecarga.
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